Día 41

Lunes 10 de Febrero de 2014. Ngong, Nairobi, Kenya.

Ayer nos fuimos a dormir tempranísimo porque no había luz, y no había habido en todo el día, así que nos quedamos sin actividades para hacer. Recuerdo que me desperté varias veces en la noche para chequear si había vuelto la luz... Apenas hubo, enchufe todos mis dispositivos para poder tenerlos hoy cargados.

Nos  levantamos como a las 7... Después, tipo 8, nos pusimos a desayunar. Ya habíamos planificado que ese día Giuliana empezaba con las clases de Sewing (costura con maquina), así que teníamos que llegar a la iglesia a las 11 (para poder empezar la clase a las 12... Así son los calculas acá... Y ya aprendimos que todo eso significa salir 10:30 de casa, llegar a la iglesia a las 11:40 y empezar la clase 12:30... Algunos días me pregunto cómo voy a hacer cuando vuelva...). Teníamos mas de una hora, así que nos pusimos a seleccionar fotos para subir al facebook de la fundación, también hicimos un reacomodo de las que ya están y de algunas descripciones. Hablo en plural porque empezó Eleonora haciéndolo, pero me pidió ayuda porque algunas cosas no podía hacerlas...

Salimos a eso de las 10:30, llegamos a la ruta, compre un pan para compartir y esperamos al matatu... Esperamos más de media hora! Venían todos rebalsando de gente... Finalmente pudimos llegar a Ngong, tomar el tuktuk y llegar a la iglesia a eso de las 12:45. No había nadie. Nos sentamos a esperar... Otra cosa no se puede hacer cuando es así, y Juliet no había venido, así que eso era todo. Yo lo digo muy fresca ahora, me da risa las diferencias con los primeros días, donde contaba lo enojada que estaba por tener que esperar. Simplemente me di cuenta que yo vine acá a ayudar, ayudar al que quiera ser ayudado. Si no encuentro un feedback del otro lado, o si lo que yo tengo para dar y quiero dar, no les interesa, bueno, es una lástima para ellas... No puedo pelearlas y retarlas, porque no solo no me corresponde, ni corresponde a nadie, sino que además no te dan bola. Su cultura es su cultura, y la nuestra es totalmente distinta. Ya suficiente con venir a romperles los esquemas dándoles "Family planning" (como ejemplo), y pretender cambiarlas esa parte de la cultura. La semana pasada hablábamos con las chicas el tema este de venir, traerles muchísimos conocimientos. Se lo puede ver desde dos ángulos totalmente opuestos y hay que tener muchísimo cuidado. Por una parte nuestro afán "occidental" de ayudarlas y darles herramientas para crecer. Por otra parte, su derecho a mantener su cultura, conservar y preservar sus costumbres y su estilo de vida. Un análisis que requiere muchísimo más que nuestra capacidad de encontrar un punto medio  entre ambos extremos. Un  sociólogo se haría un festín! Jajaja.

Estuvimos en la iglesia, sentadas en la puerta una hora y media, viendo como se formaba una nueva tormenta y se acercaba cada vez más. En eso vino el pastor, por suerte habla bastante ingles, así que nos pusimos a hablar con él. Es el encargado de la iglesia, y el que permite a las mujeres reunirse ahí para continuar el proyecto, así que a veces se acerca a preguntar detalles de cómo esta todo. Después de hablar un rato y felicitarnos por todo lo que estamos haciendo, hizo unas llamadas y nos dijo que mejor volviéramos a casa. Se venía una tormenta muy fea, si nos quedábamos se iba a complicar la vuelta, y además las mujeres no suelen salir de sus casa cuando esta por llover (???). Así que llamamos al tuktuk y, 4 horas después de haber salido, y sin haber logrado nada suficientemente productivo, estábamos nuevamente en casa.

Fue hermoso llegar y darnos cuenta que, oooooootra vez, no había luz. Juliet no estaba, Mamakiki tampoco. Nos abrió el portón el chico que trabaja con las gallinas. Puse agua a hervir y nos hicimos un café, y abrimos y comimos algunas fetas del pan que habíamos comprado... El resto de la tarde lo pasamos leyendo o escribiendo, cada una en lo suyo. La luz volvió a eso de las 7 de la tarde, cuando ya estábamos desesperadas... Juliet apareció como a las 20, nosotras no sabíamos que pensar ya, creímos que nos habían dejado abandonadas en una casa de Kenya! Jajaja...

Resulta que Mamakiki se fue por toda la semana, y Juliet tiene que seguir con su negocio de los huevos, así que se le complica hacer las cosas de la casa, dijo que va a traer a otra persona para que la ayude.

Después de cenar nos pusimos a ver una peli, y a eso de las 23 ya estábamos haciendo noni!

Dándole Argentinidad a la habitación...